Eclesiastés 4:12 Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
Al enfrentar este mundo, queremos ser fuertes, la única manera es tener a Cristo tejido en cada aspecto de nuestra vida. Cuando los 3 se juntan, la unidad se crea y nos convertimos en uno.